Continuamos con las clases online. Empezamos como de costumbre con las noTICias expuestas por dos compañeras. La primera noTICia la expone Julia y se titula “Coronavirus: una plataforma de educación digital abre sus contenidos para alumnos y docentes”. Julia nos presenta la plataforma “Aprender en casa” que por motivo del COVID-19 ha abierto sus puertas a toda la comunidad educativa mundial sin necesidad de suscripción alguna. Tal y como hemos visto en las últimas semanas, son muchas las plataformas y contenidos digitales que se han puesto a disposición de todo el mundo de forma gratuita. Esto es un acto admirable y que debemos reconocer a las distintas instituciones y empresas, ya que crear todo este conjunto de contenidos y recursos supone mucho tiempo y grandes inversiones económicas.
Hablando concretamente de la plataforma que se nos presenta en la noticia, hemos visto que Aprender en casa es una plataforma muy bien estructurada e intuitiva, cosa que facilita su uso para ser utilizada por estudiantes, sobre todo de edades de primaria. El hecho negativo de esta es que, des de mi punto de vista, no creo que sirva como suplemento a la docencia realizada por los profesores y maestros, simplemente la veo como un complemento a esta. Aunque, en este momento, debido a la situación en la que nos encontramos, si que es cierto que podemos intentar que los alumnos hagan uso de esta plataforma para que se mantengan activos y realicen ejercicios y actividades, pero el docente es quien debe guiar su aprendizaje, aunque sea des de la distancia. Por eso, no creo que la plataforma es útil, pero no puede monopolizar la enseñanza de los niños.
La segunda noTICia nos la trae Gracia y se titula “La situación es surrealista: a mi hijo le han mandado deberes de natación para hacer en casa”. En la misma línea que todas las noticias presentadas en las últimas semanas, esta también viene motivada por la pandemia de COVID-19. En las últimas semanas son muchos los niños y los padres que se están quejando por la cantidad de trabajo y horas que deben dedicar para compensar la no asistencia a la escuela.
Lo cierto es que nos encontramos en una situación complicada, nueva. Los docentes intentan que sus alumnos alcancen los objetivos marcados por el decreto, pero mediante un método de trabajo nuevo, desconocido para todos, tanto docentes como discentes, con un único objetivo, terminar el curso y que este no sea perdido. Los maestros deben entender todos los problemas que los alumnos deben tener y no los pueden sobrecargar de trabajo, ya que el trabajo en casa es más dificultoso que el trabajo en la escuela, pero los alumnos también deben dedicar parte de su día a los estudios, ya que no están de “vacaciones”.
Ante la pregunta que nos lanza Gracia, “¿Crees que la educación obligatoria está preparada para ser no presencial?”. Mi respuesta es que no, la educación obligatoria, sobre todo en los niveles más elementales necesita de la presencialidad, ya que en esta se desarrollan capacidades y habilidades como la cooperación, la comunicación, el trabajo en equipo… Capacidades que no pueden ser trabajadas fácilmente sin el contacto directo entre estudiantes. La no presencialidad del sistema educativo en la que nos encontramos es momentánea. Todos los agentes educativos están deseosos de poder volver a la rutina, a la normalidad.
Sobre la segunda cuestión que nos lanza “¿Cómo la plantearías tú?”, depende mucho del contexto en el que nos situemos. Ante una situación excepcional, como lo que es, no podemos exigir lo mismo que ante una situación normal. Debemos adaptarnos a los recursos de nuestros alumnos, no exigirles demasiado tiempo y dejarles momentos para el ocio. También debemos tener en cuenta que todos tengan acceso a internet y los medios necesarios, sus capacidades con las tecnologías, la edad de los alumnos… Cada grupo es un mundo. Personalmente creo que una buena opción en algunas asignaturas sería dejar el libro un poco de lado, centrarse en realizar algún proyecto individual en el cual los alumnos puedan organizarse como mejor les convenga, en otras como en matemáticas sí que debemos trabajar un poco más centrados en los contenidos del libro, porqué es importante que los alumnos conozcan ciertos conceptos para cursos posteriores.
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En esta sesión el profesor nos permitió no trabajar ni contenidos teóricos ni prácticos, simplemente nos pidió que desconectásemos. Siguiendo sus indicaciones, al terminar de leer el documento guía de la sesión apagué el ordenador y busqué hacer actividades alejado de las pantallas y de los dispositivos tecnológicos. Primeramente, subí a la terraza a tomar el aire y pasar lo que quedaba de tarde cuidando de algunas plantas, limpiando un poco y arreglando un poco la estancia mientras escuchaba música. Finalmente, cuando se hizo tarde bajé a tomarme una ducha para luego cenar en familia.
La verdad es que el descanso lo necesitaba, al final llevo casi un mes donde no me separo de las pantallas desde que me levanto hasta que me acuesto. Prácticamente todo lo hago pegado al ordenador o el móvil. Des de luego desconectar de estos me ha venido muy bien y no considero que haya sido una tarde perdida, todo lo contrario, creo que mejorará mi productividad.
Des de luego, nos ha tocado vivir una situación complicada y extraña, luchando contra algo que no podemos ver y con la única arma del distanciamiento social o confinamiento, cosa que afecta a nuestra naturaleza, la necesidad de relacionarnos. Intentamos que todo salga adelante y continuar con nuestras vidas, pero todo esto es raro, extraordinario. Des de el sector educativo debemos intentar no dar por perdido el curso, intentando mantener la formación online dentro de las posibilidades y teniendo en cuenta el contexto en el que nos encontramos. Tal y como he comentado anteriormente, cuando he hablado de la segunda noTICia, des de mi punto de vista, tanto los docentes como los estudiantes deben ceder, los estudiantes entender que deben de hacer cierto trabajo en casa y los profesores disminuir la cantidad de trabajo y adaptarlo para que este sea lo más accesible y fácil de organizar posible.
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